Acá dejamos una carta abierta al rector de nuestra casa de estudio, realizada por una compañera de la universidad.
Temuco 10 de Junio 2008
SR ALBERTO VASQUEZ TAPIA
RECTOR UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO
Presente
Con mucha pena y dolor me dirijo a Ud Rector, porque lo que he vivido hoy, jamás pensé podía ocurrir en esta Universidad. Llego a diario las 7.30 de la mañana a estudiar para mi examen de grado y me encuentro con la ingrata sorpresa de que no puedo ingresar, porque un ejercito de guardias me lo impide, dan razón de que Ud, nos prohíbe el ingreso a nuestra casa de estudios, que Ud unilateralmente ha decidido que podemos ingresar sólo a partir de las 7:45 am. No me dan más razón, frente a tal respuesta, mire nuevamente la fachada y dirección de la universidad, vaya sorpresa es el mismo lugar en el que estudio desde el año 2002,algo ha cambiado pense y seguro que con esta medida no es para mejor.
Le informaré rector, que esta es universidad pertenece al consejo de rectores, donde siempre hay ALUMNOS REVOLTOSOS para autoridades para Uds y compañeros que reivindican el derecho a educarse para otros, pero jamás delincuentes, por lo tanto no es necesario reaccionar amedrentando a los alumnos con un ejercito de guardias, ni restringiendo, cual dictadura la libertad ambulatoria de las personas. Sabe hoy, cuando fin logre cruzar el cerco de centinelas que Ud, dispuso, trate de ingresar al edificio E el cual alberga mi escuela, y debí dar razón de porque entraba en él, ¿acaso Ud. da razón cuando se dirige a su oficina?. Además, Rector, porque ha dispuesto que los auxilares de la universidad oficien de guardia, no se da cuenta de que muchos de ellos sufren impidiendo el libre transito a los alumnos, a los cuales tratan desde que ingresan a sus respectivas carreras.
Rector lo invito a ser más tolerante y abierto al dialogo, suprima estas medidas, el sol no se tapa con un dedo, ni los justos reclamos se acallan con un garrote.
Atte Luisa Antipan Meliqueo, registro n°2002003570
PD: le adjunto esta lectura de Eduardo Galeano, para la reflexión
LA EDUCACIÓN: En las cercanías de la Universidad de Standford, puede conocer otra Universidad, más chiquita, que dicta cursos de obediencia. Los alumnos, perros de todas las razas y colores y tamaños, aprenden a no ser perros. Cuando ladran, la profesora los castiga apretándole el hocico con el puño y pegando un doloroso tirón al collar de pinchos de acero. Cuando callan, la profesora les recompensa el silencio con golosinas, Así se enseña el olvido de ladrar.